lunes, 7 de octubre de 2013

Dragon Ball Z: La Batalla de los Dioses - reseña




















Advertencia. Esta reseña supone un análisis de la película, por lo tanto los hechos en ella son descritos.

Estar yendo al cine ante la espera para ver el nuevo estreno de Dragon Ball Z en aras de reencontrar la infancia, es una sensación indescriptible.

Es por eso que hoy hago esta reseña. Debido a todos los recuerdos valiosos que acudieron a mi mente y la carga emocional que tuvo esta primicia. Tras mi anterior reseña, de hace tan sólo un par de días, ahora me aventuro en la segunda, porque lo sentí un deber desde el momento en que salí de la sala de cine, con el pecho hinchado. Me dije: le voy a hacer una reseña a Dragon Ball, esta película que dio frutos, que me trajo a conocer nuevamente la serie, que me sorprendió de un modo que casi no esperaba, estando cercana a mis sueños.

Entonces hoy inicia esta reseña. Seguramente se habrán dado cuenta por el tono que empleo en las primeras líneas, que la experiencia me ha dejado conmovido. Y francamente es así. Muy a pesar de algunas críticas que han rodeado el estreno, que debieron hacer una idea a los fans de que esta nueva obra no dejaba satisfecho totalmente, para mí ha sido un giro excepcional. No hay que poner atención a aquellas palabras primero sin un fundamento, porque esta historia que se estrena, está muy bien hecha, denota todo el esfuerzo que le han puesto quienes están detrás.

Chala Head Chala
no importa lo que suceda,
siempre, el ánimo mantendré

Y quién no coreó el mítico 'Chala-Head-Chala'; es lo primero que viene a la mente al entrar a ver este filme.



















Los Guerreros Z, a mi juicio en su etapa donde se mostraban más rudos, fuertes y organizados.
En la saga de Cell.

Mucha expectación había surgido en torno a esta película, y era precisamente por esto que algunos fanáticos temíamos sentirnos decepcionados. Pero, a decir verdad, creo que siempre está la gente que nunca le pierde la esperanza a las aventuras de Gokú, nuestro carismático personaje, humilde héroe de siempre, con quien tan gratamente esperamos mucho tiempo volvernos a encontrar, desde que en la relegada Dragon Ball GT (según Akira Toriyama, el creador de Dragon Ball, considerada como una historia aparte), nuestro ídolo nos abandonaba marchándose para siempre con Shenlong para convertirse en el eterno guardián de las esferas del dragón. Debo admitir que yo mismo, al enterarme de este estreno que para entonces todavía faltaba un montón para que llegara, y con las ansias que tenía, me terminé de ver completamente Dragon Ball Z; una experiencia enriquecedora. He estado repasando toda la serie desde el principio; desde la primera vez que nuestro pequeño Gokú apareció en pantalla, y es en verdad un maravilloso reencuentro con el niño que uno lleva dentro. He vuelto a soñar en este tiempo, he vuelto a gozar con las aventuras del Saiyajin más querido como la primera vez, y me he vuelto a sorprender con cada experiencia.

Cómo no recordar desde el interminable viaje a Namek, derrotando al emperador del universo Freezer; las crisis de las líneas temporales y el mundo puesto en peligro con la amenaza del androide perfecto y más engreído villano, Cell, hasta la llegada de Babidi y su compinche Dábura para despertar en un plan maquiavélico al temible Majin Boo, capaz de convertir a una ciudad entera en caramelo, quien luego en su forma final y más pura destruiría la tierra misma sobrepasando esta vez la serie todos sus límites.




















Buu, por lo tanto, es el recordado último villano de la serie. Tras la batalla contra él esta flamante película comenzaría a erigir sus cimientos.

Luego de esta última saga es precisamente donde da inicio el argumento de la película, dentro del espacio de los 'diez años perdidos', que corresponden a los años dentro de la cronología donde el ritmo de la historia da un gran salto, tras el cual nuestro protagonista se encuentra en el postrero Torneo de Artes Marciales de la serie.

Ahora pasaremos a hablar de uno de los principales atractivos de esta película y el punto donde la gente más se concentra: el nuevo villano con quien habrá de enfrentarse Gokú, que, precisamente, se trata de un mismísimo dios, y su nombre es Bills, el dios de la destrucción.




















Partimos con la premisa de que este dios es más fuerte que Freezer, Cell y Majin Boo, lo cual se anuncia en el afiche de la cinta. Entonces, ¿Gokú habrá de enfrentarse esta vez contra todo un dios? Aquí está el punto firme de la entrega, ya que éste ser es más poderoso que todo contra lo que se ha enfrentado nuestro salvador de la tierra.

Debo admitir que, quizá muchos temíamos decepcionarnos por el aspecto de este nuevo villano, que a simple vista no parecía muy estrafalario o exagerado como anteriores enemigos que la serie nos ha expuesto. Era algo totalmente nuevo y no acostumbrado. Pero, sin embargo, enseguida se nota el toque de Akira Toriyama en este flamante personaje. Y, partiendo con que es un ser poderoso sin límites, parece que a Gokú en esta oportunidad le tocará muy difícil.

El argumento de la película inicia cuando el dios de la destrucción, Bills, despierta después de treinta años de un largo sueño. Enseguida, manifiesta que ha soñado sobre la aparición de un "dios súper saiyajin"; ante esto su asistente después le comunica que Freezer ha sido derrotado por un saiyajin que resulta ser Gokú, cosa que llama la atención del dios de la destrucción y junto a su acompañante, Wiss, se dirigen a la tierra en búsqueda del súper saiyajin dios.















Resulta que cuando llegan, encuentran la fiesta de cumpleaños de Bulma que hasta entonces había transcurrido pacíficamente. Gokú estaba entrenando en el mundo de Kaiosama después de que Bills le había hecho una visita, y había derrotado fácilmente a su fase tres con un sólo dedo. En la concurrencia, Bills y Wiss se dedican a degustar los alimentos y a compartir, pero a la vez tenían a todos nerviosos luego de enterarse de que aquel era el dios de la destrucción en persona, y que en cualquier momento podía destruir la tierra. Vegeta, quien vemos especialmente nervioso, hace enormes esfuerzos para mantener tranquila a la deidad.

Sin embargo, en cierto instante Bills catando alimentos llega hasta la mesa de Boo bueno, a quien le exige sus postres. Naturalmente, Boo se niega y comienzan una batalla, donde Gohan en estado místico interviene y los dos son derrotados con facilidad.

La película está llena de momentos hilarantes. Toda esta parte de la fiesta nos habrá sacado una buena cantidad de risas.

Retomando, Bills consigue inutilizar a la mayoría de los guerreros, hasta que Bulma va donde él y le dice que no permitirá que hagan destrozos en su fiesta. Bills no la toma en cuenta, y la derriba al suelo de una bofetada, ante lo que Vegeta se enfurece en gran medida y grita que no le toque a su esposa. En esta parte del filme es donde vemos que Vegeta pudo llegar a superar a Gokú, y resiste por un buen tiempo luchando contra Bills.

Por suerte, cuando todo parecía perdido, aparece Gokú de su entrenamiento con Kaiosama y detiene a Bills por unos minutos. El dios de la destrucción hace evidentes sus intenciones de que está buscando al saiyajin dios, ante lo que Gokú para ganar tiempo le ofrece esperar mientras hacen lo posible por descubrir quién es dicho saiyajin. Por lo que invocan a Shenlong y éste les revela el secreto: seis saiyajines de corazón puro deben brindar su energía para hacer aparecer al saiyajin dios.

Como la cantidad no parecía cubrirse, de pronto Videl anuncia que está embarazada, por lo que la criatura fruto de su vientre tiene sangre saiyajin. Dicho esto, vuelven a intentarlo y Gokú comienza a recibir la energía, tras lo cual ante la gran expectación, termina transformándose en la divinidad que el dios de la destrucción buscaba.




















Éste resulta ser el poderoso saiyajin dios, que despide un aura flamígera y cuyo cabello y ojos se tornan de color rojo.

A continuación, Gokú se enfrenta a Bills y éstos libran una feroz batalla en condición de divinidades. Pasan por distintos escenarios, desde un bosque hasta bajo la tierra; incluso una tierra baldía donde los efectos de animación tridimensional nos deslumbran, en una sorprendente contienda. Hasta que Gokú pierde la transformación pero no por eso su espíritu, y junto a Bills se alzan hasta las nubes en una pelea totalmente memorable, donde la técnica de movimiento y la música acompañante nos hinchan el corazón de emoción.

Por fin llegan hasta la atmósfera de la tierra y Gokú está bastante debilitado. Bills lanza un ataque final, que consiste en una colosal esfera de fuego, y Gokú, alentado por el espíritu de sus amigos, la recibe y resiste con todas sus fuerzas hasta que la hace desaparecer. Extenuado, habiéndolo brindado todo contra el dios de las fuerzas destructoras de la naturaleza, Gokú cae y Bills lo recoge entre sus brazos. Vuelven a la tierra entonces y Bills está dispuesto a cumplir su promesa de destruirla.

Sin embargo, ante un último discurso de Gokú, Bills parece cambiar secretamente de idea. Y aunque apunta hacia la tierra y lanza su energía, sale una parte insuficiente de ella y el dios de la destrucción admite que ha usado todo su poder en la batalla contra Gokú. De este modo la tierra es salvada una vez más y Bills junto a su acompañante Wiss, quien resulta ser su mismísimo maestro, se retiran de vuelta a su mundo.

Gokú se reencuentra con sus amigos y se vive un instante culminante de emoción, donde vemos a él, Piccoro, Vegeta, Oolong y Bulma compartiendo un instante bajo la noche. Es así como nuestros amigos se despiden una vez más de nosotros.

En conclusión (y esto lo quería decir hace mucho), ésta película es una obra de arte. Cumple con las expectativas e incluso entrega más. De todos modos es una opinión subjetiva pero los fans de la serie pueden quedar igual de satisfechos si saben de la esencia de Dragon Ball y han recorrido toda la serie y extrañaban sus momentos. La nueva transformación de Gokú ha sido espectacular, todos estábamos nostálgicos por la reaparición de el personaje más querido del animé y la batalla que libró esta vez con todas sus fuerzas nos ha hecho vivir cada segundo de lucha con él. Es una película buenísima, totalmente recomendable, y ahora sólo nos queda apegarnos a la esperanza de que esta serie entrañable nos entregará más a futuro.



















Por DarkDose

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